Las sillas de baño, sillas de ducha o sillas de bañera son un elemento imprescindible en toda vivienda que tenga una persona mayor o persona dependiente que necesite ayuda en el momento del baño.
Facilitan la higiene, no solo a la persona que se está bañando, sino al cuidador o familiar que le está ayudando.
Si bien cualquiera puede utilizar una silla de ducha, son las personas mayores las que son los usuarios principales de este tipo de mobiliario. Facilitan la tarea de la ducha al no tener que estar en pie durante todo el proceso.
Es fundamental no escatimar en este tipo de sillas, pues es fundamental que la persona que la emplee jamás caiga al suelo porque la silla falle o se rompa. Han de tener una buena estructura, ser resistentes al agua y a la humedad y soportar mucho peso.
Suelen ser ajustables en altura, para encontrar la posición ideal en función del usuario que la va a emplear, tener patas o algún tipo de sujeción de goma en la base, para evitar resbalones accidentales y de algún material muy resistente al agua como el aluminio o el plástico.
Si bien las personas mayores son los principales usuarios, este tipo de sillas son ideales también para mujeres embarazadas, niños pequeños, personas con discapacidad física y personas necesitadas de cuidados.
Este tipo de sillas o taburetes son de muy alta calidad, estables y totalmente antideslizantes para evitar accidentes. Con estructura de aluminio o superficie de plástico para evitar la corrosión es importante limpiarlas después de su uso para garantizar que no aparece humedad u hongos.